«La vida es como un árbol con miles de ramas, depende de tu actitud, tu entusiasmo y tu compromiso qué ramas eliges para seguir tu camino, algunas te llevan directamente al mejor de los frutos, otras a las hojas secas a punto de caer, el jardinero era tú».
La 12ª Exposición Nacional de Horticultura y Arte Floral de Ibirapitá Santa Lucía Garden Club, eligió el tema árboles, que sugiere la filosofía de nuestra propia vida, como bien lo señala la reflexión escogida para la exposición.
Al entrar a la muestra, estaba la sección artística llamada La Magia de los Árboles, donde por medio de lo creativo podían adivinarse sus inimitables siluetas, que sólo pueden interpretarse a través del arte. En el Club Ibirapitá, este año se estudió mucho sobre árboles y se coincidió en homenajear a tres precursores de la forestación en Santa Lucía y sus aledaños: Federico Capurro, Anacleto Clavarino y Pedro Margat.
Elia Calvetti, presidente, y Nelly Calviño secretaria de Ibirapitá, remarcan que las exposiciones se realizan para vincularse con la comunidad, pero además para difundir conocimientos.
Con respecto al tema elegido, es a modo de replanteo sobre qué sentimientos nos produce y qué nos trasmiten los árboles a nivel espiritual. Se reafirmó que en la elección del tema, además de apuntarse a lo cultural y espiritual, se apuntó a un mensaje de vínculo de nuestra vida con los árboles y con la naturaleza. El reconocimiento a los tres precursores de la forestación, dos conocidas figuras de trayectoria internacional, como Federico Capurro, Pedro Antonio Margat, naturalista especializado en el estudio de plantas, arbustos y árboles, quien instaló el primer vivero del país, por lo que, entre otras cosas, tenemos tantas rosas de las más antiguas del país, que significan un reto para que continúen como un gran legado.
Con Anacleto Clavarino, señalan que Santa Lucía tiene un debe, para quien fuera funcionario de la Colonia Etechepare y mano derecha de famosos paisajistas que la diseñaron. Reconocen su trabajo para que los canteros y senderos de la Colonia, mirados desde el aire tengan la forma de un cerebro humano.
Elia y Nelly resaltan, por lo tanto, la tarea que desempeñan en Ibirapitá, no sólo se diseña, se estudia, por sobre todo se transmite lo que se ha aprendido y se comparten plantas semillas. A través del año se realizan cursos y talleres para aprender y repasar técnicas, se visitan diferentes exposiciones. En Ibirapitá se reciben muchas charlas desde Montevideo y otros lugares del país, como por ejemplo sobre diseños de árboles.
Agregan que en el club se logra un crecimiento personal, donde se apunta a valores como amistad y compañerismo, que lejos de ser un núcleo cerrado apunta a volcarse a la comunidad. El hecho de que la gente las vea como un poco consultoras, significa una realización, señala Elia, cuando le hacen preguntas, por ejemplo sobre la salud de plantas y árboles. Si bien esa tarea les encanta, a veces el tiempo no da para cumplir con las consultas e invitaciones, resaltando que tienen trabajos pendientes para el año próximo, con diferentes escuelas de la ciudad.
En esta 12ª exposición, se destacó la exhibición del Garden Junior, donde se mostró el incentivo logrado por las plantas y el amor por la naturaleza. Alicia Soria es quien trabaja en conjunto para lograr los buenos resultados del Garden Júnior, reconociendo el involucramiento de los padres y abuelas, que también ayudan. Alicia agrega que los niños tienen gran creatividad en las manualidades, destacando la satisfacción que les resulta ver brotar lo que plantan.
Esta muestra fue juzgada por juezas, por lo que el primer día tuvieron un plantel de cuatro paneles de doce juezas, tres por panel. Los paneles son grupos de juezas dedicadas a juzgar la parte de horticultura o de diseño y vienen varias al haber mucho material para juzgar, ya que la de Santa Lucía es una exposición considerada importante.
Si bien estos grupos no pueden ser numerosos, para poder brindar las clases correctamente, en Santa Lucía el Ibirapitá Garden Club este año ha tenido 35 miembros.
Las exposiciones finales conllevan un trabajo agotador, porque todo es muy organizado, que por suerte tienen la ayuda de familias y colaboradores. El hecho de trasladar seres vivos, significa tener un extremo cuidado, luego seleccionar plantas y clasificar para colocar en el lugar indicado. Todas van numeradas, hay 95 ítems en horticultura siguiendo un programa que es la ley de la exposición todos los años es corregido de acuerdo a las plantas que se expongan, indican.
El Garden Club Uruguay tiene 81 años en el país; en principio era sólo de un círculo cerrado de señoras inglesas. Actualmente hay 55 clubes en todo el país, 7 de ellos en Montevideo y los demás en el interior. En el departamento de Canelones hay cuatro, uno en Canelones ciudad, Santa Lucía, Pando y en el Pinar.

Y.S.
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