Leo Arti

Nacida en Francia la impulsora del Camino de los Murales, en 25 de
Agosto llegó desde la isla de St. Martin en el Caribe de gente y alborto,
donde no quería que creciera su nieta.
Había buscado otros lugares en Uruguay y en 2008 cuando compró esta
casa recuerda su emoción de aterrizar en lo que para ella fue otro mundo,
no sentir ruidos, no haber nada, ni nadie. No hay muchos lugares en el
mundo donde los niños puedan jugar libremente, indicó.
Desde que compró esa vieja casona frente a la estación de AFE, le trajo
reminiscencias de infancia. Casualmente, por esas grandes casualidades de
los destinos, esa casona había sido construida por un francés cuya señora
también fue pintora.
Michele Dubaux, de niña vivió frente a una estación del ferrocarril, ese
ritmo de los trenes, bocinas y vagones pasando por las vías, hasta aquel
olor le atrapó para sentirse como “en casa”.
Fue a sus treinta años cuando decidió estudiar Bellas Artes porque
necesitaba las herramientas para expresarse. Sin técnicas no sería posible
hacerlo, como ahora explica a sus alumnos del taller.
Apenas llegada a Uruguay,  empezó a dictar talleres artísticos. Desde hace
algunos años, gracias a la donación de AFE cuenta con su Vagón Atelier.
Pintando un camino
¿Quién no conoce a esa pintora, la esbelta y sencilla señora que fue
construyendo un camino de murales en un pueblo que parecía perdido? A
Leo Arti, como es su nombre artístico, la conocen todos, la caracteriza una
gran simpatía y en ella palpita su Francia natal, en lenguaje y perfil.
Vuelve a contarnos que buscaba silencio, niños jugando libremente y un
paisaje que le permitiera expresarse. Encontró ese lugarcito recostado al río
Santa Lucía, al final de una ruta en ésta triple frontera de Florida, San José
y Canelones. Dice no haber elegido este pueblo sino “que el pueblo le
agarró”. Fue la primera vez que compró una casa, porque la casa atrapa y
aun siente que puede cortar sus alas, reflexiona.
Para la fachada de su casa eligió pintarles gauchos, adentro está repleta de
libros, pinceles, caballetes y muestras de su obra, es muy cálida anfitriona
que invita a visitarla, y a todos nos queda el interés de volver.

Leo manifiesta que en sus murales encontró libertad y que no se siente
cómoda cuando tiene que reducir esos tamaños.
La Ruta de los Murales nació a partir de que Leo organizara un Festival del
Mural en el año 2015 junto al Festival de las Tres Orillas, cuando se
celebraron tres días de una fantástica fiesta, recuerda Leo. Desde entonces
logra muchas visitas, incluso con turistas que han llegado de otros países.
Sus vecinos, principalmente sus alumnas, siempre la cuidan, apoyan y
cuando pueden le ayudan a pintar. Orgullosamente la cuentan como esa
amiga del arte, aliada y defensora de la naturaleza.
25 de Agosto alberga un gran tesoro con sus más de 80 gigantes murales
llenos de color y de vida. Es muy común ver caballos en su obra, lo que
también explica, fue gracias a haber visto con asombro y
admiración a la Patria Gaucha en Tacuarembó. Allí se enamoró
del campo, de su gente y las costumbres criollas, por sobre todo
de la grandiosa nobleza de los caballos.
Agregó que en este momento en 25 de Agosto hay mucho trabajo de
restauración, porque a los murales hay que mantenerlos, ya que el sol se
come los colores. A la gente del pueblo no les cobra, sólo lo hace cuando
trabaja fuera. Uno de los problemas que suele encontrar es que a veces hay
muros muy viejos, sin terminación la pintura se cae y cuesta terminarlos.
Once murales, once pueblos una misma emoción
Ir pintando murales sobre los caminos de tierra, con quienes quisieran
unirse en un carro con caballos, sin motores, fue un sueño que pudo
concretar en el pasado febrero. Fueron cinco semanas con dos carros y
siete caballos que utilizó en el viaje, uno para dormir y el otro para cocinar
en el fogón, con gente del pueblo que la acompañó. Se hicieron 300 km. ,
recorriendo entre 18 y máximo 30 km. por día, por el calor. Cada tres o
cuatro días se cumplía una etapa que fueron once, en cada una pintó un
mural, donde venían vecinos de la zona. Leo recuerda aquella experiencia
con emoción, por toda la calidez que recogió, desde 25 hasta Cufré, Nueva
Helvecia y luego el regreso. Por la ruta, la gente corría detrás de los carros
invitando con lo que tuvieran y sacándose fotos. Fue tan especial que
hubiera querido continuar tal como esas golondrinas que vio migrar hacia
el norte, pero reconoce que fue un trabajo enorme. Le interesa
particularmente lo artístico, ya que toda la logística que conlleva es
demasiado complicada, afirma.
La Intendencia de San José ayudó y a último momento la de Florida, pero
fue difícil porque había muchos gastos para cubrir, por ejemplo la tonelada
de ración para los caballos.
Un deber con el planeta

Sensible y visionaria, es muy respetuosa de la cadena de vida donde todos
tenemos un propósito que cumplir en el planeta. Desde muy chica se
peleaba para proteger la vida, la naturaleza, a los pájaros de los cazadores.
“Han pasado ya 50 años de cuando teníamos el gran problema de proteger
la naturaleza y hoy se continúa con el bla bla bla, ”, reafirma.
Leo indica que junto a otro francés, productor de miel de exportación, están
en un proyecto denominado “La Ruta de las Abejas”, para incluir en la
Ruta de los Murales y dentro de la Ruta de la Leche, producción típica de
Florida. En realidad, esa ruta de las abejas tendría que trazarse en todo el
país, reafirma. La gente tiene que cultivar flores, frutales, para que no
mueran las abejas, lo que hoy es un problema mundial. Lamentablemente,
con el uso de tantos productos químicos se ha contaminado la tierra y
también muchas abejas han muerto.
Critica especialmente el abusivo talado de monte, incluso ve cortar un árbol
para hacer nada simplemente cortarlo, lo que le significa algo
imperdonable. Tenemos que mover al mundo, apuntalar la naturaleza,
respetarla, nunca es tarde pero hacerlo realmente con las medidas
adecuadas y luchar por eso.
El arte es una muy buena herramienta. “Los artistas tenemos una misión
que cumplir en el mundo, para ayudar al planeta y no encerrarse en los
talleres. Nosotros como artistas, podemos motivar a la gente, tenemos un
elemento fantástico, sea con la pintura, escultura, escritura o la música,
para tocar el corazón del mundo”, asegura Leo.
Y.S.

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